Elul mes de Teshuvá



1. Si la persona ve que las cosas no suceden como le gustaría que sucedieran, debe saber que ello se debe al orgullo. Por lo tanto deberá arrepentirse, ser humilde y llevarse al nivel de “¿Qué?” [como en, “¿Qué soy yo?”]. Entonces las cosas volverán a suceder como lo desea. 

2. El mes de Elul es el momento más propicio para el arrepentimiento. Ello se debe a que esos son días de favor Divino, cuando Moisés ascendió para recibir el segundo juego de Tablas y cuando abrió un claro sendero por el cual andar. Ese sendero de arrepentimiento iluminado por Moisés es el hecho de que la persona debe unirse incluso al más bajo de los judíos. 

Pues hasta el más bajo de los judíos ciertamente posee algo de Divinidad y es por medio de esa Divinidad que es posible unirse y conectarse con él. Más aún, cada vez que uno experimente alguna clase de ascenso, deberá siempre encontrar a Hazme allí. Ello se debe a que, a veces, cuando la persona asciende -por ejemplo, si se vuelve rica- se olvida del Santo, bendito sea. Incluso en el ámbito del servicio a Hashem vemos que Elisha-Ajer se elevó a un exaltado nivel espiritual y que subsecuentemente se volvió un herético, que Hashem nos salve. 

Aunque sería correcto que tal ascenso hubiera producido el resultado opuesto, debes saber que existe un fenómeno llamado “Sus ojos se oscurecieron de mirar” Bereshit (Génesis 27:1). Ello significa que cuando la persona se acerca mucho a la luz de la Divinidad -y todo bien, incluso en el ámbito físico, es Divinidad, como está escrito, “Hashem es bueno para todo” Tehilim(Salmos 145:9)- la luz oscurece sus ojos y los daña, de la misma manera en que se dañan los ojos cuando se mira directamente al sol. 
Por lo tanto, es necesario pedirle a Hashem que podamos acercarnos a Él de una manera que no nos dañe.

Likutey Moharán- Rebe Najmán de Breslov

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