Pirkei Avot Capítulo 1 Mishná 12 (Jafetz Jaim)



Aprende de Aharón… Ama a la gente y acércala a la Torah 

Lamentablemente, mucha gente simplemente no conoce la Torah. Uno debe actuar de forma inteligente y pensar en maneras de atraerlos a su estudio. Esta es la empresa más eminente, como aprendemos en el Talmud en Bava Metzia (85): Rabí Shimón ben Gamliel dijo citando a Rabí Iojanán: Quien enseña Torah al hijo de su amigo merece ocupar un lugar en la Academia Celestial…” Y el Talmud en Sanhedrín (99) enuncia: “Resh Lakish dijo: Quien enseña Torah al hijo de su amigo es considerado hacedor de su discípulo”. Y la Mishná nos exhorta: “Aprende de Aharón… ama a la gente y acércala a la Torah”. 

Avot de Rabí Natán (12) explica: “Esto nos enseña que uno debería empeñarse en acercar a otros a la Torah de la misma manera que Abraham atrajo gente a Hashem, como está escrito: “Y las almas que hicieron en Jarán” (Génesis 12:5). Abraham era considerado el “hacedor” de sus almas porque los indujo a creer en el Elohim Único y Verdadero. Uno debería llenarse de compasión hacia aquellos que están lejos del camino verdadero y sentir simpatía por ellos, de la misma manera que uno se apiadaría de una persona pobre y desvestida, que carece de ropa para cubrir su desnudez. 

¿Cómo cubrirán sus almas en el Mundo Venidero cuando comparezcan desnudos de Torah y preceptos? 

Porque, como nos dicen, al observar las leyes de la Torah una persona crea ornamentos para cubrir su alma cuando merece orar en el palacio de santidad del Creador, frente al Mismo Todopoderoso. El profeta Zacarías relata que cuando el Gran Sacerdote Iehoshua ben Iehotzadek compareció ante el Tribunal Celestial, dijo el ángel de Hashem “Quitadle esas vestimentas sucias…” (Zacarías 3:4), las “vestimentas sucias” eran sus transgresiones. 

El versículo concluye: “Te he vestido con atuendos festivos”. Y el versículo siguiente enuncia: “Y lo vistieron con ropas limpias”(Ibid. 3:5). El pasaje siguientes es de Tana Devei Eliyahu (Raba, cap 27): Si veis un hombre desnudo, cubrid su desnudez. ¿Qué implica esta frase? Que si veis una persona que carece de Torah, debes introducirlo en tu casa y enseñarle a recitar el Shemá y enseñarle a orar. Cada día enséñale un versículo o una ley. Anímalo a cumplir con los preceptos, porque no hay un hombre desnudo, salvo aquellos desprovistos de Torah y preceptos. 

 Al acercar al prójimo a la Torah y a los preceptos, uno cumple con: “Ama a El Eterno, tu Elohim s” (Deuteronomio 6:5), porque como dicen los sabios: “Uno puede amar a Hashem convenciendo a otros que Lo amen”.

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