Sháar Habitajón (El Pórtico de la Confianza)



Capitulo 1

La esencia de la confianza es que el alma de la persona encuentre tranquilidad al depositar su confianza en el otro, y que su corazón esté seguro de que aquel quien en confió hará lo que es bueno y correcto para él respecto del tema sobre el cual la persona confió en él, de acuerdo a su capacidad y entendimiento de lo que es bueno para el que confió en él (Esto rige respecto de la confianza en Hashem y en las personas. 

Escribió el Jazón Yish: “Hay un error frecuente, arraigado en el corazón de muchos, respecto del concepto de la confianza en Hashem… pues creen que si la persona se encuentra ante una situación que tiene consecuencias respecto del futuro —cuya posibilidades de materializarse son dos: una buena y la otra no—entonces tener confianza en Hashem significa que la persona debe confiar en que seguramente Hashem hará que ocurra lo que es bueno para élIa; y si la persona llegara a estar en duda y pensara que tal vez ocurrirá lo opuesto, eso se debe a su falta de confianza en Hashem. 

Pero tener confianza en Hashem no significa esto, ya que si el futuro no ha sido aún mediante la profecía, el futuro no está decidido, pues ¿quién conoce los juicios de Hashem y las formas de retribución?” (Emuná Ubitajón cap. 2, 1)

Esto significa que tener confianza en Hashem no es equivalente a tener fe en que seguramente conseguiremos lo que anhelamos y nuestros deseos serán cumplidos sino creer en que todo lo que Hashem hace es para bien, porque Hashem desea nuestro bien (basado en Berajot 60b. De todas formas, a pesar de que la persona tiene la obligación de creer esto, también es parte de la confianza en Hashem que la persona espere que Él haga lo que ella piensa que es bueno y que tenga esperanza de que Hashem hará su voluntad, así como continua explicando el autor (Yir Shel Zahav)). 

Pero lo más importante para que haya confianza —y sin lo cual no puede haber confianza— es que la persona esté segura en su corazón de que aquel en quien ella confía cumplirá su palabra, hará lo que se comprometió a hacer y tendrá en mente beneficiarla incluso en lo que no dijo o no se comprometió a hacer, haciéndolo por pura generosidad y benevolencia.  

Capítulo 2 

Existen siete causas que hacen posible que una persona deposite su confianza en otra: 

La primera es la compasión, la empatía y el amor; pues cuando la persona sabe que su prójimo siente compasión y empatía por ella, entonces la persona confiará en él y su alma estará tranquila respecto todo aquello que pueda llegar a pedirle a su prójimo. 

La segunda es que la persona sepa que, además amarlo, su prójimo no se desentiende de ella ni es perezoso respecto de cumplir con su voluntad, sino que intenta y busca cumplirla. 

Pues si la persona no está segura respecto de su prójimo en todo esto no tendrá una completa confianza en él, puesto que sabe que él se desentiende y es holgazán respecto de sus asuntos. Pero cuando la persona sabe que aquel en quien a combina estas dos cualidades —que siente gran compasión por ella y pone mucha atención en velar por sus intereses—, ella va a depositar su confianza en él, sin ninguna duda. 

La tercera es que su prójimo sea fuerte, que no se dé por vencido en lo que desea y que ningún obstáculo le impida cumplir con el pedido de la persona que confió en él. Pues si su prójimo llegara a ser débil, la confianza depositada en él no será completa incluso si la persona ha comprobado que él lo ama y se preocupa por sus cosas, ya que muchas veces él no podrá realizar lo que se le pidió que haga. Y cuando se encuentren en él estas tres cualidades, la confianza en él será más grande. 

La cuarta es que su prójimo sepa qué cosas son de beneficio para la persona que confió en él, y que nunca descuide lo que interiormente y exteriormente es buey para ella (Esta frase tal vez se puede traducir también como: “y que nunca descuide lo que aparentemente y realmente es bueno para ella” (basado en Pat Lejem)) y las cosas que pueden ayudarla. Pues si el desconoce todo esto, el alma del que confía en él no podrá tener tranquilidad. 

Pero cuando se convenza de que su prójimo tiene en mente todas las cosas que le traen beneficio, que tiene la capacidad de realizarlas, que se dedica a ellas como corresponde y que siente aprecio por él, entonces la confianza en su prójimo verá fortalecida, sin ninguna duda. 

La quinta es que la persona tenga una relación cercana con aquel en quien ella confía, compartiendo su vida con él desde el nacimiento, pasando por la infancia, la niñez, la juventud, la adultez y la ancianidad, hasta el final de sus días. Y cuando la persona que confía su prójimo tenga en claro esto, de seguro que eso hará que su alma esté tranquila respecto de su prójimo y se apoyará en él a causa de sus abundantes favores anteriores y su continuo beneficio hacia ella, lo cual conducirá necesariamente a un fortalecimiento de su confianza en él. 

La sexta es que los asuntos de la persona estén completamente en manos de aquel en quien ella confía y que no haya nadie que pueda perjudicarla, beneficiarla, hacerle el bien o resguardarla de los daños excepto él, así como es el caso de un sirviente que está en cautiverio bajo el control de su amo. Y cuando la persona que confía en alguien se encuentre en manos de éste de esta manera, será más apropiado aún confiar en él. 

La séptima es que aquel en quien la persona confía sea absolutamente generoso y bondadoso con quien lo merece y con quien no lo merece, y que su generosidad sea continua y su bondad constante, sin que se trunque o se corte. Y aquel que posea todas estas cualidades, junto con todo lo que mencionamos anteriormente, tiene todas las condiciones para que confíen en él; y toda persona que sepa esto debe confiar en él y sentirse tranquilo a causa de él exteriormente e interiormente en su corazón y en sus miembros, entregarse a él, aceptar lo que decrete y juzgarlo para bien respecto de todas sus acciones y obras. 

Y cuando analicemos estas siete cualidades, no encontraremos ninguna de ellas en las personas, pero sí la encontraremos a todas en el Creador, exaltado sea. Pues Él es compasivo con Sus creados, como está escrito: “Hashem es compasivo y clemente” (Tehilim 103:8); y dice: “¿Y Yo no he de tener compasión por Ninevé, la gran ciudad?” (Yoná 4:11). Él no se desentiende de nada, como está escrito: “He aquí, el Guardián de Israel no está somnoliento y no duerme” (Tehilim 121:4) 
El todo lo sabe y es invencible (El lector debe observar aquí que el autor habla de la tercera y cuarta condición a la vez.), como es escrito: “Sabio de corazón y fuerte en poder: ¿quién se ha obstinado contra Él y ha perseverado?” (Yov 9:4); y dice: “A ti, Hashem, pertenece la grandeza, él poder, la gloria, la victoria y la majestuosidad” (Divré Hayamim I 29:11); y dice: “Hashem tu Hashem, está contigo; un Guerrero que trae la salvación” (Tzefaniá 3:17). 

Él es el único que se relaciona con el hombre desde el comienzo de su existencia y desarrollo, como está escrito: “Él es tu Padre y te ha creado; Él te ha hecho y te ha establecido” (Devarim 32:6); y dice “En Ti he confiado desde la matriz; del vientre de mi madre me has tomado” (Tehilim 71:6): y dice: “¿Acaso no me has vertido como la leche cuajado como el queso?…” (Yov 10:10 y ss.) 
(El versículo compara la gestación del feto en el vientre de la madre con la elaboración del queso). El beneficio o el daño no están en manos de hombre alguno sino sólo del Creador, como está escrito: “¿Quién ha hablado y ha ocurrido lo que Hashem no ha ordenado? (Pero) de la boca del Altísimo no provendrá el mal o el bien” (Eijá 3:37-38) (Estos versículos enseñan que nada puede ocurrir sin que Hashem desee que ocurra, y que lo que Él decreta para la persona es únicamente la consecuencia de su elección personal por las malas o buenas acciones (basado en Yir Shel Zahav)); y dice: “Él césped se seca, las flores se marchitan; pero la palabra de nuestro Hashem se mantiene por siempre” (Yeshaiahu 40:8); y dice: “Las personas no son más que césped” (Yeshaiahu 40:7); y este asunto ha sido explicado en el tercer pórtico de ese libro (El Pórtico del Servicio de Hashem) en forma suficiente. 

Su generosidad es universal y Su bondad todo lo abarca, como está escrito: “Hashem es bueno con todos y Su compasión está sobre todas Sus criaturas” (Tehilim 145:9); y dice: “Él da comida a todo carne, pues Su benevolencia es eterna” (Tehilim 136:25); y dice: “Tú abres Tu mano y satisfaces a todo ser viviente con complacencia” (Tehilim 145:16). Y la lógica indica que estas siete condiciones se encuentran en el Creador y no en las criaturas; es por eso que sólo cité los versículos de la Escrituras como un mero recordatorio. 

Y cuando la persona tenga claro todo esto y se fortalezca su entendimiento en la veracidad de la benevolencia del Creador, ella confiará en Él, se entregara a Él, le dejará la conducción de su vida a Él, no se quejará por lo que Él decida ni se enojará por lo que El escoja para ella; como dijo David, que la paz sea sobre él: “La copa de la salvación yo levantaré, y el Nombre de Hashem proclamare’ (Tehilim 116:13); y dice “…tribulaciones y angustia yo encontré. Y el Nombre de Hashem proclamé…” (Tehilim 116:3-4).

Rabenu Bejayé Ibn Pekuda

Comentarios

  1. Buenos días que Hashem lo bendiga. Soy de Caracas Venezuela y es imposible adquirir libros Hebreos.
    Tengo mucho interés en leer El portico de la confianza pero no temgo dónde comprarlo. Usted lo tiene completo en su blogspot? ??
    Gracias

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El ser humano debe asemejarse a su Creador

“El significado de la historia de Jonás leída en Yom Kippur”