Días buenos y días malos
Ahora bien, hay dos clases de días: buenos días y malos días. Como está escrito (Eclesiastes 7:14), “En un buen día, disfruta y en un mal día, mira”.
Es decir, la persona debe mirar allí muy bien. Pues ciertamente allí encontrará buenos días -Tora-. “Buenos días, malos dias…mira!, porque al uno y al otro los ha hecho Hashem. El bien y el mal deben estar en equilibrio, de lo contrario no habría libertad de elección. Mientras la persona tenga vida puede elegir, “al uno y al otro los ha hecho Hashem”, de modo que la persona misma elige el sendero que desea seguir. Al estar en un bajo nivel, se esta bajo un “mal día” hay contracción y no revelación. Los malos días no reciben Luz Superior, más que lo absolutamente necesario para su supervivencia mínima, pero al vencer la mala inclinación el mal queda desplazado (superado), y finalmente eliminado.
Las separaciones desaparecen revelando la Divinidad incluso en los niveles mas bajos. La persona que verdaderamente busque a Hashem intentará vencer su mala inclinación, en la medida del éxito, llegara a reconocer a Hashem, incluso aunque se encuentre lejos, porque ahora la Divinidad, en el nivel donde esta, brilla con mas fuerza, y logra ver a Hashem allí donde esta. Aunque aún parece lejano el brillo revela el camino a seguir. Likutey Moharan 33:3. “No esta lejos de ti”(Deuteronomio 30:11-14).
Las Escrituras afirman que la Tora no está oculta ni distante del pueblo judío. No esta en el cielo ni del otro lado del mar, sino “muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para observarla”.
El Zohar (III,73a) enseña que Hashem, la Tora y la Comunidad de Israel son uno y que por lo tanto el judío que busca siempre puede encontrar a Hashem. El Kli IaKar agrega que la Tora no esta distante ni de las naciones. La Tora no esta distante del pueblo de Israel ni esta distante de las naciones, porque Hashem está en todas partes.
“Mi HaIsh Hejafetz Jaim” “Quién es la persona que desea la vida”, que ama días de ver el bien (Salmos 34:13). El principio es que la persona debe buscar la paz… No debe estar en conflicto con personas, ni consigo mismo ni con lo que le suceda. No habrá diferencia alguna para ella así este experimentando buenos tiempos o malos, siempre encontrará a Hashem allí. Esto es (Salmos 56:11),“Cuando Él es YHVH, alabó Su palabra: cuando Él es Elohim, alabo su palabra”. YHVH es el Tetragramaton, el santo nombre que connota la compasión Divina. Por otro lado, el santo nombre Elohim connota la justicia Divina y el juicio.
El Talmud enseña que la persona debe aceptar todo con alegría, pues todo lo que sucede es voluntad de Hashem.
Dice Rabí Najman: cuando la persona sabe que Hashem está tanto en el bien como en el mal, dependiendo del atributo en el cual Él se este manifestando, entonces para ella no habrá diferencia entre la compasión y la justicia, entre los nombres YHVH y Elohim.
La persona que es capaz de percibir de esta manera todo lo que le sucede en la vida ha alcanzado esencialmente la paz, pues así sea que experimente el bien o lo contrario, la compasión o el juicio reconoce la unidad del Hashem uno y ésta en paz.
Likutey Moharan 33:1,2.
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