El lugar donde el Creador se revela
Torá, Levítico 8:33 – 8:36: No deberán abandonar el Patio de la Tienda del Encuentro durante siete días, hasta que se cumplan los días de su consagración. Pues siete días lleva el proceso de su consagración. Así como hice hoy, así tal cual ha ordenado El Adón hacer para proveerles expiación a Uds. Deberán permanecer día y noche en el Patio de la Tienda del Encuentro, durante siete días, cuidando el mandamiento del Adón y no morirán; pues de ese modo me fue ordenado”.
Aharón y sus hijos hicieron todo lo que ordenó el Adón por medio de Moisés. Superar el egoísmo es la expiación. Es la compensación por deshacerse de algo impuro, negativo y en detrimento, como por ejemplo, algún tipo de enfermedad. Esta es la forma en que te purificas y empiezas una vida distinta y saludable.
Esto es exactamente lo que pasó aquí. Los seis días simbolizan las seis Sefirot– Jesed, Gevurá, Tiferet, Netzaj, Jod y Yesod; el séptimo día representa la purificación propia y es llamado Maljut. Aarón y sus hijos pudieron ascender por encima del ego y utilizarlo con el propósito de amor y otorgamiento. Luego, serán llamados Cohinam o Levitas.
Maljut trabaja sólo por encima de sí al incrementar la Luz reflejada. En otras palabras, trabajo para darle placer a alguien más. Pero aquí no hablamos de la gente y su cuerpo físico que requiere energía. Estamos hablando de cualidades espirituales.
Por lo tanto, todo lo que puedo compartir, aparte de lo necesario para mi propia supervivencia, es para otorgar por encima de Maljut.
Pregunta: ¿Qué significa “trabajar con la Luz reflejada”
Respuesta: Maljut tiene que llegar a ser similar a las seis cualidades superiores a ella. La Luz se refleja en la pantalla entre Maljut y Yesod y luego regresa. Específicamente, en la Luz que es reflejada en Maljut y se eleva de abajo hacia arriba, se forma la similitud con las seis cualidades, esta es la revelación y percepción del Creador. A partir de ese reflejo, se forma la imagen de la nueva persona espiritual y es la encarnación del Creador.
La persona y el Creador se unen dentro de esta imagen. Más aún, la imagen conjunta reside entre el egoísmo innato de la persona y el altruismo del Creador. Se deduce que la imagen no es ni el Creador ni la persona, sino su unión en un todo. Este es el estado de plenitud al que aspiramos. Con base en la fuerza de la imagen unificada de la persona y del Creador, podemos determinar en cuál de los 125 niveles de corrección está la persona.
Maljut permanece como deseo de recibir. La intención de dar está por encima de Maljut y se transfiere de ahí a los demás. Por lo tanto, la cualidad de otorgamiento —el lugar en el cual el Creador se revela —se construye por encima de Maljut.
Michael Laitman
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